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Kontacto 99.3 El Tocuyo
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Bonita bata Radio Me visto todas las noches para agradar a Inglaterra, ¿no tengo derecho a desnudarme para agradarme a mí mismo? ¿Quién se la ha hecho? Perkins. Ah. Mañana encargaré una igual. Bien Radio Es la ta vez que se guía por mi gusto, Alteza. ¿Qué tiene de malo? Nada Radio sólo que esta bata la llevará toda Europa la semana próxima. Parece muy nervioso esta noche. Será el inesperado placer de esta visita suya. Vamos, Kean, Confíame tu secreto. Nunca he tenido secretos para usted. Tal vez era cierto hasta ayer, pero hoy es un poco menos. ¿Hasta ayer? ¿A quién esperas? A nadie. ¿No confías en mí? ¿No? Bueno, es embarazoso. Es embarazoso, porque cierta señora, creyendo que yo gozo de tu confianza, me pidió que te dijera algo. ¿Qué era? ¡Ah, sí, ahora me acuerdo! Debido a una recepción a la que no podía faltar Radio La condesa de Koefeld ha Radio ¡Kean, amigo mío, te has traicionado! La citaste en tu camerino y la estás esperando. Así pues, la condesa de Koefeld se lo ha dicho todo Radio ¡Vamos, seré un buen príncipe! Tengo tu confesión, puedo poner fin a tu suplicio. No, Elena no me ha dicho nada. ¡Oh! ¿No me crees? ¿Quieres que te dé mi palabra de honor? Confío tanto en la palabra de Su Gracia como en las Santas Escrituras, excepto cuando se trata de mujeres. Demasiadas veces hemos mentido juntos a sus maridos. ¡Kean! ¿Estás enamorado? Mortalmente. ¡Romeo! Un papel que siempre he detestado, entre otras cosas. Dime, ¿y si te pidiera que renunciaras a esa mujer? ¿Ha venido por eso? Exactamente por eso. ¿Entonces es Radio un rival? ¡No! Pienso en ti. ¡Inglaterra no puede perder a su mejor actor! Si no quiere perderme, que me deje mis pasiones. Es necesario que las tenga para poder expresarlas. ¡Kean! Renuncia a esa mujer. Digamos que te lo pido en nombre del rey ¿Su Majestad se ocupa de mis amores? No, espera que dejes en paz a la embajadora. Sabes que con Dinamarca tenemos asuntos importantes. Lo sé. ¡Queso! ¿Qué significa? Asuntos importantes: la compra de quesos. Que nuestros mayoristas hacen a Copenhague. Una extraña balanza, Alteza, Radio en un plato se pone el queso, y en el otro quiere que yo ponga mi corazón. ¿Y si se pusiera oro? ¿En la parte del corazón? No, en la del queso. Toma, lee. ¿Qué es esto? Lee. ¡Romeo! “Renuncio, por la suma de . esterlinas, a rodear de atenciones a la condesa Radio ¡Por . esterlinas! Pensé que atribuiría más peso a mi palabra. ¡Debes apreciar mi generosidad! Es tarde Radio Elena podría no venir y, en tal caso, las . esterlinas serían un regalo. ¿Cree de veras que la princesa prefiere una recepción Radio a tu camerino? ¡Ah, por supuesto, viejo amigo! ¡Pobre Kean! ¿De verdad crees que nuestras mujeres pueden durar mucho contigo? Vamos, vamos. Firma, que te conviene. Sus mujeres Radio ¡Pf! Sé muy bien que no soy nada a su lado, ¡nada! Nada al lado de su marido, que es un blando. ¡Nada al lado de sus iguales, de vuestros iguales! Todos aquellos que me aplauden y me desprecian, no me dejan comprender si soy un rey o un payaso. No, no tema, Alteza, sólo es Kean, el actor Kean, que se prepara para declamar su papel habitual: ¡el de Kean, un payaso! Así sea, a los payasos se le pagan las deudas, ¿no? Deme esa carta. ¿Firmas? Me temo, Alteza, que no hay motivo para continuar nuestro coloquio. No obstante, gracias por su oferta. ¡Oh, Elena, no te esperaba ya! ¿Quién es usted? No soy Elena. ¿Quién la ha hecho entrar por aquí? Usted, yo he llamado y usted me ha abierto. ¿La ha visto entrar alguien? Nadie. La señora que esperaba no ha venido. Bueno, márchese. ¡Por aquí! ¿Le molesta? Le ayudaré a esperar. En cuanto llame, me voy. ¡Lo juro! Señor, en estos momentos no sé todavía si pedirle consejo, o solicitar asilo en el convento del Mayfair. ¡Vaya al convento! ¿Es católica? Irlandesa. Mh, irlandesa Radio Por lo general, los irlandeses me son simpáticos. Beben bien. ¿Suele estar siempre borracho? ¡Jamás! Mejor, no más Radio que cualquier semana. Se emborrachó el de diciembre y se arrodilló delante de la reina llamándola Polonio. ¡Oh, bueno! Luego asistí el de diciembre y recitó el monólogo de Hamlet de manera tan conmovedora, que no pude contener las lágrimas. Ya ve Radio Sí, pero esa noche era “El rey Lear”. ¡Oh, Dios mío! ¿Y el público? Bueno, el rey Lear, de todos modos, está loco y no puede sorprender mucho el hecho de que se crea Hamlet. El de diciembre Radio ¡Basta! Pero Radio ¿sabía que estaba borracho y aplaudió igualmente? ¡Para animarle! ¿Animarme a mí? Siempre tengo miedo de que le abandone la memoria. ¡Oh, dioses! ¡Oh, dioses del eterno Olimpo! ¡Suerte que tiene un apuntador genial! ¡Así que aplaude al apuntador! También a usted. Ah, gracias. Es conmovedor un hombre que lucha con su propia lengua. Además, creo que trae mala suerte. ¿Mala suerte? ¿Yo, Kean, doy mala suerte? Pero quién es usted? ¿Eh? ¿Qué quiere? Quiero actuar. Quiero ser actriz. ¿Actriz? Venga aquí. ¡Quiere ser actriz! ¡Por debajo de la escalera, no! ¿Qué hace? ¡Eh! ¿Qué pasa? ¡Shh! Calla. ¡Calla! ¿Quién es? Adelante. Radio .para usted. Una aspirante a actriz. ¡Y las palomas! No está mal de personalidad. ¡Eh! Para usted hay una ruta. Y también para mí. Habría querido darle violetas, pero se marchitaron todas cuando mi padre murió. ¿Bueno? ¿Eso es todo? Y la margarita. No recuerdo más. ¿Quiere la verdad? Sí. ¿Toda la verdad? Sí. ¡Váyase al convento! ¡Váyase al convento! Salomón, tú que te quejas de que no hay bastante actores en Inglaterra. ¡Aquí tienes una lista! ¡Cógela y échala fuera! ¡Va! Coge la capa. Ven, pequeña. ¿Por qué la trata así? ¿Lo hago mal, muy mal? Peor que mal. Decentemente. Indecentemente Radio Decentemente, que es mucho peor. Entonces, trabajando Radio . tengo una cierta voluntad. se lo aseguro. ¡Mucha voluntad! ¡Todo lo que quiero, lo consigo! Con la voluntad, mi pequeña quesera, se puede conseguir Radio la luna, que no es más que un gran trozo de queso colgando del cielo. ¡Pero no se puede sacar una actriz! ¿No es verdad, Salomón? ¡Eh! ¿Crees que basta con actuar bien? ¿Actúo yo bien? ¡Sí! ¿Tengo voluntad? ¡No! ¡Se nace actor! Como se nace Radio príncipe. Y son dos oficios, uno más aburrido que el otro. Señor Kean, necesito actuar.
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